martes, 26 de noviembre de 2019

El bar

MI PROPIA CONDENA

- Quizás hoy, Lucifer- le dije
apenas apareció en la barra frente a mi
mientras se servia una copa de whisky
estaba entusiasmado, decirle -quizás hoy- era mucho,
para él, todos los días eran de cacería y lujuria,
pero para mi, ya había dado por terminado el juego.
La noche estaba encendida,
el tercer round aun no hacia efecto,
y yo no encontraba la sonrisa que quería,
la que me moría por besar.

Como de costumbre,
todos mis demonios se juntaron en la misma mesa,
alcohol, tabaco, truco y mas alcohol.
Ellos dicen que no soy fuerte,
que soy un fiasco,
quizás tengan razón,
la verdad es que muy poco me interesa,
esta vez,
apostaban para decidir quien de todos ellos
iba a matarme y como,
Lucifer pocas veces les hacia compañía,
y se reía, porque yo misma había sentenciado mi fin,

El amanecer poco a poco se introducía en las almas,
un rock and roll melancólico termina por taladrarme la sien,
la ultima cerveza, compañera de mi sopor, alborota todos mis sentidos,
la torre de colillas que rebalsa el cenicero con mi ultima pitada,
el humo que escupo dibuja tu rostro
que se disuelve hasta desaparecer a través de las luces de la barra,
nose qué es mas desastroso,
si la mesa o mi corazón, que tengo como desván,
porque guardo lo que ya mucho no me importa,
y no tengo lugar ahí para vos,
tengo algo mejor, mucho mejor,
y eso me hace bien, pero no estas,
acá hay muchos
pero ¿y vos?
¿donde estas vos?
y yo te estoy esperando con una copa mas,
y quiero que hablemos de nosotros,
de esta vida y la otra,
de la incertidumbre que nos depara para ambos,
sin darnos cuenta de que existe eso que llamamos tiempo, que nos condiciona...

...


El día nos corroe por todo el cuerpo, ya no queda nadie mas, las puertas se cerraron.
Lucifer regresa, se apoya en mi hombro, se acomoda en mi espalda, cariñosamente:
- Ay querida, hoy no fui lo suficientemente motivador, lo lamento, que desperdicio.
- No es culpa tuya, no te preocupes.
- Creo que puedo ayudarte con eso,cariño.
- No, lo siento, nadie puede, cuando de amor se trata, solamente yo puedo salvarme.

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